Antes de lanzarse a desarrollar una app móvil, el equipo dedicado a su lanzamiento debe plantearse innumerables cuestiones. De todas ellas, la que mayores dudas siembra habitualmente entre los responsables corporativos es cuánto cuesta una nueva aplicación móvil. No en vano, el precio de una app móvil es uno de los factores que más pueden influir en la toma de decisiones previa al trabajo de creación de la propia app: al fin y al cabo, disponer del presupuesto necesario será determinante para desarrollar la herramienta deseada.
Como es lógico, no hay una única respuesta a esta pregunta. Básicamente, porque el precio de crear una app móvil depende de muchos factores. En primer lugar, el coste de la app puede oscilar bastante en función de quién sea el encargado del desarrollo: un freelance, un estudio de desarrollo de aplicaciones nacional o incluso una empresa dedicada a ello desde un país que ofrezca una mano de obra más asequible.
Sin embargo, optar por la opción más económica no es necesariamente la mejor decisión, ya que de ello dependerá el resultado. Así, antes de que una empresa tome decisiones respecto al desarrollo de su próxima aplicación, habrá de plantearse qué espera de ella. Apostar por unos u otros desarrolladores hará que el proyecto sea de una forma u otra: lograr acabados profesionales, un diseño enfocado a la usabilidad, que sea multidioma y compatible con distintas plataformas requerirá del trabajo de profesionales. Sin lugar a dudas, optar por lo mejor puede resultar clave para alcanzar el éxito en un mercado repleto de competidores: en 2017, se descargaron más de 178.000 millones de aplicaciones.
Todo cuenta
A partir de ahí, cualquier pequeño detalle sobre cómo queremos configurar nuestra app móvil puede influir en el presupuesto necesario para su desarrollo. Así, por ejemplo, aquellas aplicaciones móviles que requieran de servidores backend o integración de API serán más costosas. Pero los factores que influyen en el coste de una app móvil van mucho más allá.
Por ejemplo, el tipo de proceso de registro o ‘login’ de la app también requerirá de un mayor o menos desarrollo y, por lo tanto, influirá en el montante final. De igual forma, el hecho de que la aplicación requiera que sus usuarios tengan un perfil o cuestiones como el propio diseño de la plataforma serán determinantes a la hora de poder establecer un presupuesto.
En líneas generales, podría decirse que el desarrollo de una aplicación de una buena relación calidad/precio y en al menos dos idiomas se encuentra en torno a los 10.000 euros en el mercado actual. No obstante, esta cifra puede variar mucho (en ambos sentidos).
No en vano, hay dos cuestiones fundamentales que pueden llevar a que el coste sea superior o inferior a esa estimación que indicamos. Por una parte, el hecho de crear una aplicación disponible tanto para Android como para iOS es más costoso que decantarse solo por una de ellas (aunque, claro, lo recomendable es estar en todas las plataformas posibles).
Otro factor de gran relevancia es el modelo de negocio de la propia aplicación: si será gratuita (monetizando las descargas a través de publicidad) el desarrollo es más económico que si, por ejemplo, fuera necesario diseñar una tienda online para que la aplicación sirva de plataforma de venta. No obstante, esto también repercutirá en la calidad y en el diseño de la misma: una app gratuita es más económica en su desarrollo, pero generalmente dará lugar a un resultado menos profesional.
También juega un papel fundamental el punto en el que esté nuestro proyecto. ¿Es solo una idea que el equipo de desarrollo deberá construir desde sus cimientos? ¿Hay ya un boceto? ¿La infraestructura está creada en versión web y es necesario simplemente replicarla en una aplicación móvil? La respuesta a esas preguntas también determinará la cantidad de horas y la mano de obra necesaria para desarrollar nuestro proyecto y, por lo tanto, cuál será el presupuesto necesario para nuestra app móvil.
Los costes más allá del desarrollo
Una vez ideada y desarrollada la aplicación, la inversión no acaba. Hay una suerte de costes ocultos que son habitualmente olvidados al presupuestar en una primera fase el desarrollo y lanzamiento de una aplicación. Lo cierto es que, tras su desarrollo, dará comienzo un proceso de pruebas para asegurar que no hay fallos ni errores. También habrá que asegurar ciertos aspectos legales para defender los derechos de autor de nuestra idea. Eso, sin olvidar el soporte técnico que será necesario una vez lanzada la herramienta móvil para solventar los posibles problemas que surjan una vez esté en manos de los usuarios.
Todos esos aspectos también habrá que tenerlos en cuenta al idear y desarrollar una aplicación móvil. Por lo tanto, si bien esos 10.000 euros son un buen punto de partida para el desarrollo de una aplicación profesional, lo más probable es que tu proyecto corporativo requiera de una mayor inversión.
En cualquier caso, contar con el trabajo de los mejores profesionales dará lugar a los mejores resultados y la mejor relación calidad/precio. Por eso, el equipo de NTS está listo para trabajar en tu proyecto para dar respuesta a las necesidades de esa app móvil que tu empresa necesita.
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